En la provincia de Lleida y en el barrio antiguo de la Ciudad de Balaguer, en uno de los rincones más idílicos de la capital de la comarca de La Noguera nace Farré Sabaters, concretamente en la Plaza arqueada del Pozo. ( Plaza del Pozo)

Un nombre propio tenemos que destacar Josep Farré, un emprendedor  y espléndida persona. Hijo de de una población cercana, situada a ocho kilómetros llamada Castelló de Farfanya .

En 1947 fue cuando Josep descubre su verdadera pasión por los zapatos, durante cinco largos años estuvo al mando del maestro zapatero Luis Muñoz, un jaenero el cual regentaba un rápido dónde se reparaban y manufacturaban zapatos hechos a medida. En este taller de no más de dieciséis metros cuadrados donde hacía de aprendiz de zapatero, llegaron a reunirse en ocasiones hasta cinco chavales para aprender el oficio. En esa época la ciudad de Balaguer tenía más de ocho talleres dedicados a la reparación de calzado.

Josep vivía en Castelló de Farfanya y cada día recorría en una vieja y pesada bicicleta los ocho kilómetros que separaban su casa de su jornada laboral,  sabía cuando empezaba pero nunca cuando se acababa, en el taller los zapatos entraban  y las manos de los aprendices y del maestro no daban abasto con tanta faena, todo se realizaba a mano, cosidos, preparar el cuero a golpe de martillo,  hacer los cabos, emplantillar o simplemente pulir los zapatos todo llevaba mucho tiempo, la palabra es la palabra se tenía que quedar bien, y entregar a tiempo.

En 1952 nuestro protagonista se hace cargo del Rápido, pasa a su propiedad después de haber pujado por el negocio y tras llegar a un acuerdo con el Sr. Muñoz se queda al mando, cambiando el nombre del mismo por el de Zapatería Farré.

El Sr. Luis  Muñoz volvió a su tierra, Elche, donde fundó una fábrica de zapatos, años después volvió a Balaguer para abrir otro Rápido por lo que la aventura de la fábrica no le funcionó, dicen que nadie es profeta en su tierra.

Tres largos años bastaron para pagar lo que costó el traspaso, trabajando jornadas interminables y durmiendo en el suelo de la tienda para ganar tiempo al tiempo, fue en este periodo cuando conoció a una chica joven guapa y morena su futura mujer, Josefa. Día tras día ella se acercaba hasta la Plaza del Pozo para ir a buscar agua, en esos tiempos el agua corriente no llegaba a todos los hogares, José tenía el horario aprendido esperaba ansioso para verla por los cristales de la tienda, al cabo de poco tiempo él también salía a buscar agua al pozo, así empezaron  a intercambiar su primeras palabras
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El amor floreció como agua brota de una fuente, se casaron y tuvieron dos hijos, Dolors la mayor, tuvo que ayudar en el taller durante su infancia y adolescencia, pintando y limpiando cada día todos los zapatos que se reparaban. Once años más tarde llega Juanjo y como su hermana Dolors también se cría entre zapatos.

A los veintiséis años, Juanjo después de su etapa ayudando y aprendiendo el oficio, decide  con la ayuda de su Padre, expandir el negocio, e incorporar a la reparación de Calzado, la venta y añadir nuevos servicios al negocio.
El día 30 de septiembre de 1996 Farré Sabaters abre sus puertas en la Calle Barcelona de Balaguer, la segunda generación de zapateros, ya es una realidad. Empezamos con la reparación, la venta de calzado, el duplicado de llaves y el afilado de cuchillos y tijeras.

 
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